Aún falta para ese bonito día, pero ya está aquí mi regalo. Sería malo perder estas buenas constumbres. Esta vez ha sido una pipa de espuma de mar (meerschaum) del artesano turco Sadik Yanik, sin duda uno de los mejores que existen hoy en día. Es mucho más bonita en "persona" que en la fotografía, pero puede apreciarse el gran detalle de la talla. Es grande, como suelen serlo estas piezas, pero al ser bastante ligera se fuma muy comodamente. Poco a poco, fumada tras fumada, irá oscureciendose, lo que es uno de los encantos de la espuma de mar. Sigo detrás de más piezas de Yanik. No es nada fácil encontrarlas a precio razonable pero espero que no sea la última.
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